miércoles, 18 de febrero de 2009

PETROISLAM

Puede ser que al abordar este tema, que intentaré sea lo más completo posible, hiera determinadas sensibilidades hoy día muy concienciadas hacia la bondad de la religión mahometana y fielmente decididas a asumir la Alianza de Civilizaciones como panacea a los males que hoy afectan a gran parte de nuestro querido planeta llamado Tierra.
Quien esto escribe desea poner de manifiesto que no siente animadversión alguna hacía el mundo islámico, al que conoce y con el que ha convivido desde su nacimiento allá en tierras de Marruecos. Sin embargo creo necesario que difundamos de forma elemental, pero clara y precisa, que es lo que representa para mil trescientos millones de personas (de las cuales veinticinco millones de ellas viven en Europa) la religión conocida como ISLAM.
La palabra"Islam" significa "sumisión" (“No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta) y esta sumisión está reflejada en el libro sagrado (EL CORAN) que es el elemento central de la fe y fuente de legislación en la mayor parte de los países musulmanes.
Para el Islam las cinco columnas básicas que debe respetar todo musulmán, son: No hay mas dios que Alá y Mahoma es su profeta; la oración; la ayuda económica a huérfanos y pobres; el ayuno (ramadán) y la peregrinación a la Meca. Estos son los principios básicos de la fe musulmana y ante ellos nada tenemos que objetar. Pero el libro sagrado o Al Qouram no se limita a establecer estos elementos centrales de la fe, sino que constituye fuente legislativa suprema que abarca un amplio abanico de interpretaciones posibles. De ahí que este"código legal" pueda ser adaptado y adoptado según cada sociedad y época. En esta actitud "interpretativa" es donde radica la clave de una religión que puede ser considerada hoy día como la más belicosa de todas. En su nombre se acometen atentados, se perpetran, matanzas, se pide la muerte para escritores, intelectuales o periodistas, se violentan los derechos de las mujeres....
Tres son las escuelas interpretativas del Islam: la chií, la suní y la wahabí. Hay quienes pretenden negar que en las tres exista el germen del más radical fundamentalismo, es decir, la implantación de la "sharia", o sea el código legal inspirado en el Corán y las tradiciones de la vida del profeta. Pero eso no es cierto y en demostrarlo nos vamos a detener.
La escuela chiita se caracteriza por el inmenso poder de los clérigos o teólogos; los chiitas veneran a Alí (yerno de Mahoma) y a su hijo Hussein con tintes de adoración extrema; consideran a la Meca como santuario central y como ciudades sagradas Nayaf y Kerbala, ambas en Irak. Defienden el código legal de la Sharía y establecen el Islam como religión de estado. El compendio de normas jurídicas basadas en el Corán y las tradiciones es el eje de la vida espiritual y civil de los chiitas; el poder de los teólogos es omnímodo hasta el punto de que el líder supremo de la nación no es el presidente sino el máximo " ayatolá" o teólogo. (Caso de Irán). Las normas de la sharia van desde la lapidación o decapitación (por apostasía) hasta la flagelación (por delitos como el adulterio) pasando por la mutilación (cortar la mano derecha a los ladrones). Se prohíbe tajantemente la venta y consumo de alcohol. Se obliga a las mujeres a utilizar el "hiyab" (velo), se impone un vestido largo que cubra todo el cuerpo, y se recomienda el uso del "burkha". Se prohíbe la práctica de cualquier otra religión distinta a la musulmana y se persigue con gravísimas penas cualquier acto de proselitismo. Proclaman la legalidad de la "yihad" (es decir, la guerra santa contra el infiel) y prometen a sus combatientes " el paraíso de las huríes".
Los chiitas se extienden por todo Irán y Bahréin; el 60% de la población iraquí es chiita, además del 20 % de los habitantes del Líbano pertenecen a esta escuela; así mismo existen numerosos grupos en Afganistán, Yemen y Asia Central.
Actualmente existen autores que defienden la teocracia chiita que domina Irán como "un experimento de democracia musulmana ya que conjuga una forma política parlamentaria con una observación estricta del Islam". A mi parecer, estos "intelectuales"no han observado que el líder supremo de esa nación no es el presidente, sino un teólogo o ayatolá nombrado entre los miembros de la Asamblea de Expertos, a su vez compuesta por 86 clérigos votados por el pueblo, entre los candidatos previamente aprobados por el Consejo de Guardianes. Este Consejo lo integran 12 teólogos de los cuales seis son nombrados por el líder supremo y los demás por el Jefe de la Judicatura, que a su vez debe el cargo al mismísimo líder supremo. Este "galimatías " se reduce a un hecho muy simple: el líder supremo, y perdóneseme la frase coloquial, "es el amo del cotarro".
Es cierto que en las elecciones generales los ciudadanos eligen al presidente de la República, pero entre los candidatos que previamente han sido aprobados por el Consejo de Guardianes. De otra parte, toda ley que emane del parlamento debe ser revisada por el citado Consejo para confirmar que es compatible con la sharia; de no ser así, deberá ser modificada.
Por lo tanto, cualquier parecido a la Democracia es pura benévola invención de tales intelectuales. La Sharia es el eje de la vida de las comunidades chiitas y en ella radica el más profundo de los fundamentalismos islámicos. La Sharía está en completo vigor en Arabia Saudí, Sudán, Irán, Nigeria, Bahréin y algunos pequeños países del Golfo Pérsico.
Las escuelas suníes representan otras tantas tendencias dentro del Islam suní; son conocidas como maleki, hanefí, hanbalí, y chafeí. Las diferencias entre ellas son escasas; las más difundidas son el modelo hanefí (sunitas de los países orientales), y el modelo malekí (sunitas de los países del Magreb). Los movimientos religiosos surgidos de ellas establecen como meta recuperar la religión como factor de cohesión social o como bandera política. Fundamentalistas, integristas e islamistas, predican una vuelta hacia la religiosidad más estricta que abarque todos los ámbitos de la vida. Estos movimientos religiosos apadrinan un "regreso" a los preceptos de la fe, tal y como fueron concebidos por Mahoma y exigen que estos rijan todos los aspectos de la vida pública y piden la implantación de la sharía.
El 85% de los musulmanes pertenecen a la rama suní del Islam; las diferencias teológicas con la rama chií son mínimas y no afectan a los dogmas básicos. No reconocen ninguna autoridad religiosa concreta aunque las "fatwas" (circulares teológicas) del muftí supremo de la Universidad Islámica de El Cairo ejercen una notoria influencia en el mundo suní, sin embargo sus opiniones nunca son vinculantes ya que " un buen suní sólo debe responder ante Alá de sus pecados".
Sólo Turquía y Siria son, dentro del mundo musulmán, "estados laicistas" y la aplicación de la sharia está prohibida y severamente castigada. No ocurre igual con otros estados islámicos. Egipto y Pakistán , auténticos adalides en el pasado de la laicidad del estado, están volviendo a acercarse a la religión como consecuencia de las corrientes integristas que se han acrecentado en los últimos años( "Hermanos musulmanes"," Al Qaeda"..); Marruecos, monarquía parlamentaria, cuya Constitución da amplísimos poderes al rey, también está en el punto de mira de los integristas, y aunque basa su código penal en modelos occidentales, se inspira en la Sharía para las cuestiones civiles como matrimonio, divorcio, herencia, tutela de los hijos etc..; por lo que respecta a Túnez es cierto que posee una legislación más laica y aparentemente más occidental, pero es de facto una dictadura que funciona como eficaz baluarte contra el islamismo político, que podría hacerse con una importante cuota de poder en caso de que el país se democratizará, tal como ha sucedido en Argelia envuelta hoy día en una guerra civil entre el Estado y el Frente Islámico de Salvación( FIS) , agrupación de partidos islamista de corte fundamentalista en donde predominan los salafistas, los fundamentalistas más sanguinarios del Islam.
Resumiendo, tan sólo dos de los países árabes de los mal llamados "moderados" se declaran laicos; los demás, en mayor o menor medida, no tienen empacho alguno en aplicar la sharía de una forma más o menos declarada.
Llegamos finalmente a los Wahabíes, actualmente la más importante de las corrientes islámicas a la vez que la más fundamentalista.
Este movimiento islámico fundado en 1745 por el "mulha"(predicador) Abd al Wahab, rechazaba tajantemente el consumo de vino y tabaco, el juego, la ostentación material, e imponía unas normas sociales y sexuales restrictivas y desconocidas hasta entonces. Fueron los seguidores de este movimiento los que elevaron al rango de líderes políticos a la familia Al Saud y consiguieron que el príncipe Ibn Saud(que había conseguido entre 1900 y 1925 unir la mayor parte de la Península arábiga, con la inestimable ayuda de la Gran Bretaña) declarará a Arabia Saudí oficialmente wahabí. En esta nación rige y se aplica como legislación penal la Sharía y la separación entre hombres y mujeres es estricta. Arabia Saudí ha exportado este movimiento religioso a gran parte del mundo musulmán: Sudán, norte de Nigeria, Afganistán, Bahréin entre otros.
Los ingresos del petróleo permiten hoy a Arabia Saudí financiar en todo el mundo la construcción de mezquitas, el pago de los salarios a los imanes, atender las necesidades económicas de las "madrasas" o escuelas coránicas, crear universidades donde son adoctrinados los estudiantes por radicales predicadores wahabíes etc. Este fenómeno empieza a ser conocido como PETROISLAM.
Un ejemplo de cuanto afirmamos lo tenemos en España, y más concretamente en Madrid, y no es otro que el Centro Cultural Islámico más conocido como la " Mezquita de la M-30. Fue financiada en su totalidad con dinero saudí y depende directamente de la casa real saudí quien asume su mantenimiento, nombra al imán principal y demás predicadores, paga sus salarios y mantiene varias escuelas coránicas. La inversión en la Mezquita de la M-30 supuso 20 millones de $ y dispone de un presupuesto mensual de 400000 euros. El origen de este dinero es de sobra conocido: los pozos petrolíferos de Arabia Saudí. Su objetivo no es otro que difundir el islam severo de los wahabíes, entre los musulmanes en España. Aprovechando que en nuestra nación no existe control gubernamental sobre las prédicas se capta fácilmente a los inmigrantes normalmente iletrados y que viven en un medio desconocido y hostil, sobre todo cuando el imán de la mezquita les ofrece ayuda para conseguir trabajo, papeles, una vivienda etc.
La casa real saudí financia centenares de comunidades religiosas en todo el mundo; pero últimamente se ha centrado principalmente en Europa occidental, en el Continente africano y en parte de Asia. Este programa se puso en práctica a raíz de la conquista del poder por los talibanes en Afganistán, extendiéndose progresivamente hacia Pakistán a raíz del golpe de estado del general Pervez Musarraf. Al mismo tiempo se abrían otros frentes de influencia: Argelia donde el FIS era totalmente financiado por el "petroislam", el Sudán, donde el conflicto entre la población musulmana del norte- en el poder- y las comunidades del sur, animista o convertidas al cristianismo, se agudizó con la instauración de la sharia en 1983 convirtiéndose en una guerra civil entre otros motivos porque el gobierno wahabista intento aplicar la sharia a los ciudadanos no musulmanes y permitió el establecimiento de una esclavitud encubierta en favor de la población musulmana; Nigeria, estado federal, con una mayoritaria población cristiana en el sur y musulmana en el norte, y que impuso en 1999 la sharía con la ayuda financiera y política de Arabia Saudí. Y finalmente Europa.
En Europa podemos distinguir entre musulmanes autóctonos (entorno a los 7,5 millones) e inmigrantes (alrededor de 13,5 millones).Es sobre estos últimos sobre los que los wahabistas extienden sus esfuerzos de captación.
Los inmigrantes tienden a aislarse de la sociedad europea que no les entiende, y a menudo, les atribuyen todos los males que en sus propias sociedades están desterrados del debate público, aunque existan (prostitución, drogadicción, destructuración familiar etc. Su ignorancia de los códigos sociales vigentes, les hacen ser rechazados por la sociedad europea. Su sentimiento de frustración y rencor con la sociedad de acogida va en aumento cada día que pasa. Por ello, muchos de ellos inician la búsqueda de contenidos religiosos para afianzar la identidad cultural y distinguirse de la sociedad que los recibió. Los ritos islámicos se convierten así en un símbolo de cohesión y solidaridad interna frente a una sociedad exterior que perciben como hostil. Este proceso, que se percibe claramente en la segunda generación de inmigrantes, o sea entre personas nacidas en suelo europeo pero aún vinculadas a una cultura islámica (piénsese en los autores de los atentados de Londres, o en los provocadores de los recientes disturbios sociales en Francia), se ha incrementado vertiginosamente en las últimas décadas, algo que no es ajeno a la proliferación de mezquitas financiadas por los saudíes. La difusión del ideario wahabí es el objetivo final de estas inversiones financieras, En mi opinión, se trata simplemente de disponer de una "quinta columna" para el momento preciso del ataque final.

Resumiendo, si pretender imponer un código de conducta civil y moral que repugna a los conceptos democráticos vigentes; si negar los derechos más elementales a distintas capas de la población, si predicar el odio al infiel y declarar santa la guerra, si justificar la inmolación de niños en aras a la mayor grandeza de Alá, si cometer atentados que provocan la muerte de miles de inocentes, si reprimir los derechos humanos- sobre todo en las mujeres-, si decretar a través de "fatwhas" l la muerte de escritores, políticos, periodistas ; si no condenar la esclavitud y beneficiarse de ella.... Si todo ello no hace al Islam actual la religión mas guerrera y bárbara de las existentes, es que el Hombre ha perdido la noción del Bien y del Mal y puede ser condenado a purgar duramente su inconsciencia.

JUAN ESPAÑOL

No hay comentarios:

Participa

Si estás interesado/a en publicar tu artículo en este blog, debes mandar el texto a la dirreción foros@ppreinounido.com. Los comentarios pueden hacerse directamente una vez que registres tu usuario. Tanto para publicar como para hacer comentarios debes observar las normas de uso que se detallan al final de esta página

Normas de Uso

Para publicar artículos en este blog debes identificarte con el nombre completo, localidad de residencia (ciudad-país es suficiente) y por último profesión, cargo o titulación académica

El Partido Popular en el Reino Unido se reserva el derecho a publicar los artículos que se le remitan.

Serán retiradas aquellas opiniones que vulneren principios constitucionales o lo dispuesto en el Código Penal, faltando el respeto a las personas o que no respeten el criterio de actuación del equipo de moderación.

El blog del Partido Popular en el Reino Unido pretende el intercambio de opiniones basadas en el argumento político, por lo que serán retiradas todas aquellas comentarios que tengan carácter panfletario, que no guarden las reglas básicas de escritura, el cuidado de las formas y del lenguaje.

El Partido Popular del Reino Unido no se hace responsable de las opiniones que los usuarios puedan publicar.