DIGNISIMO ALCALDE

El Excmo. Sr. Alcalde de la Villa y Corte es un hombre vivamente preocupado por la “dignidad” de las personas que viven, trabajan o simplemente transitan ociosamente por la majestuosa ciudad del Oso y el Madroño.
Como consecuencia de esa gran preocupación, se dispone a aprobar una nueva ordenanza municipal que regule la publicidad en nuestras calles. Esta nueva disposición legislativa va a impedir, entre otras medidas, que los “hombres-anuncio” se paseen por la ciudad con sus cartelones a cuestas ya que en opinión del Sr. Regidor y la Sra. Concejal de Medio Ambiente “usar personas como soportes publicitarios es denigrante y ataca la dignidad de las personas”.
No cabe la menor duda que en una situación de crisis económica como la que soportamos y ¡ soportaremos durante largo tiempo!, suprimir puestos de trabajo- aunque sean a tiempo parcial y de baja remuneración- en aras a la mejor consideración social del trabajador, es todo un hallazgo ético-económico.
Muchos de estos “hombres-anuncios” son jóvenes inmigrantes y españolitos bajados del andamio, que cobran entre 800 y 900 euros al mes por jornadas de 8 horas; algunos no tiene dedicación exclusiva a este menester pero con media jornada complementan lo que pueden obtener con otros trabajos más dignos pero peor remunerados. No hacen daño a nadie, no molestan al viandante ni le acosan para que compren lo que anuncian; simplemente se dejan ver y atienden y acompañan, atentamente, al posible comprador que se interesa por el producto publicitado. Normalmente son educados y respetuosos con las normas de la más elemental cortesía ciudadana. Además ayudan con su labor a ese pequeño comercio que no dispone de medios para poder acceder a otras formas de publicidad excesivamente cara para sus modestos establecimientos.
Estos hombres anuncios pululan por las calles de ciudades como New York, Londres, Roma o París, sin que a nadie se le ocurra denigrarlos por ejercer esta actividad ( por cierto Sr. Alcalde, ¿ sabía Ud. que ya en la antigua Roma imperial existían esos hombres-anuncios?), sino que muy al contrario son vistos con simpatía porque le dan viveza y color a las vías urbanas.
Pero D. Alberto y Dª Ana se sienten como “padres amantísimos” de los ciudadanos matritenses y se esmeran en cuidar de su dignidad, tranquilidad, buenas costumbres y seguridad. De ahí que en las calles del centro de nuestra ciudad ya no se encuentren hetairas, ni proxenetas, ni trileros ¿verdad? ; ni que en las líneas de metro 1 y 10, a determinadas horas y en determinados vagones, se reúnan pandas de pajilleros para practicar en publico el gozoso deporte del onanismo ante la mirada indiferente de vigilantes y controladores de seguridad, ¿ cierto?; ni que en los preciosos parques de Madrid, que cuidó con mimo y esmero el alcalde Álvarez del Manzano, se celebren macrobotellones que convierten los parterres en auténticas pocilgas y a los que asisten chiquillos menores de edad, ante la complacencia de la Policía Local que descansa de su arduo trabajo tomando una copa- por invitación de la casa- en un Púb cercanoercano, ¿ no es así?
Por favor Sr. Gallardón y Sra. Botella, paseen por la calle de la Montera y aledaños a partir de las siete de la tarde; o viajen en las líneas de metro antes indicadas al atardecer; o salgan a respirar el aire ”purisimo” de Madrid en cualquier parque madrileño en el atardecer de algún viernes. ¡Ah! y sobre todo profundicen lo más posible en la investigación del escándalo de la operación guateque que salpica tan gravemente la “dignidad y decencia” de ese Ayuntamiento que usted preside. En todos los casos que le cito, la dignidad de las personas que moramos en Madrid esta en peligro inminente.
No sé si pretende usted hacer de la capital del Reino una “ciudad de diseño” en la que la fachada sea bellísima pero el interior siga siendo cutre y maloliente; o lo que tiene usted “in mente” con su nuevo bando es favorecer a las grandes empresas publicitarias para la que dispuso de voluminosos “chirimbolos publicitarios” que hoy se ven huérfanos de carteleria, pues a esas empresas también les ha llegado la crisis.
Sea cual fuese el motivo que le impulsa a tomar estas decisiones tan “éticas”, le rogaría Excmo.Sr. que se preocupara algo menos de nuestra dignidad y algo más de nuestros bolsillos( un 21% de incremento en los impuestos municipales para el 2009), no vaya a ser que le digan a vuecencia lo que aquel limpiabotas le espeto a un ilustre escritor cuando este le reprochó su quehacer laboral: “ Cállate cabr.... que me quieres dar una dignidad que no me falta y quitarme el pan que necesito para mis hijos”.

JUAN ESPAÑOL

UNA PELICULA PARA LA HISTORIA

Los pocos Amigos Leales que me hacen el honor de leer mis comentarios "políticos", me van a permitir que hoy abandone esa senda y dirija mis pasos a comentar un estreno cinematográfico que ya está levantando ampollas en nuestro “docto" país. Me refiero, como alguno habrá intuido ya, a la última película de José Luis Garci, titulada " Sangre de Mayo" que, no me cabe la menor duda, va a reforzar el "punching ball" con que nuestra destacada progresía intelectual viene sometiendo a Garci sistemáticamente.
Aclaremos antes de entrar en "harina, que Garci no es "un rojo de los de ahora", ni maricón, ni travestí, ni denigra, por sistema, a los EEUU de América, ni es de los del "No a la guerra, pero Sí al ansiado Oscar" que reparte la estúpida Academia cinematográfica norteamericana. Además Garci se siente orgulloso de ser español y no considera necio al noble pueblo hispano cuando no le gustan sus películas. En fin, que reúne todos los requisitos, para ser condenado a la hoguera de las vanidades de nuestros insignes próceres de la "intelligenzia" nacional.
Establezcamos, para empezar, que Sangre de Mayo es un ejercicio de intrahistoria cinematográfica que cuenta desde la perspectiva del pueblo de Madrid los hechos acaecidos el 2 de Mayo de 1808.
Partiendo del segundo y tercer episodio de la primera serie de esa obra maestra de la literatura española que son "Los episodios nacionales" de D. Benito Pérez Galdós- lo mejor que se ha escrito después de D. Quijote- Garci reinterpreta con absoluta libertad al maestro Galdós. Ya lo hizo en otra inolvidable película "El Abuelo" donde demostró con toda solvencia como se puede adaptar a D. Benito respetando la esencia de su obra.
Ejercicio dificilísimo y que sólo está al alcance de hombres inteligentes y honestos.
Los "galdosianos", entre los que se encuentra quien esto escribe, podríamos sentir en algún momento que a la película le falta algo de la garra del gran escritor canario, pero cuando reflexionas sobre lo visto en la pantalla comprendes algo muy importante en la obra del maestro; Galdós, a fuer de gran novelista, fue ante todo un inmenso periodista, quizás el creador del periodismo de investigación en España; Galdós no pretende hacer Historia, sino narrar la historia diaria de este pueblo nuestro desde un conocimiento total del mismo. Por ello se detiene a analizar a esos personajes populares que pululan por las calles de un Madrid convulso donde se masca una tragedia inminente: entra en las tabernas para saber que comen, que beben, de que hablan, cuáles son sus preocupaciones, sus angustias, sus sueños. Ellos no son ajenos a la descomposición política que asola aquella España, ni a las intrigas palaciegas, ni a la cobardía de monarcas, políticos, nobles y militares. Quieren vivir en paz y con dignidad, pero no les dejan.
Y llega un momento en que se ven obligados a convertirse en "héroes", muy a su pesar. Han de luchar por su independencia, por su libertad, por su dignidad; y lo hacen como mejor pueden, con palos, con piedras, con navajas frente al ejército más poderoso del mundo, y en la más absoluta soledad abandonados de los suyos, o sea, de un ejército cobarde y traidor, de una clase media acomodaticia y ramplona, de una aristocracia depravada, y de un rey felón
Son héroes, sí, pero a la vez victimas porque luchan por una causa trágica, por una monarquía repugnante, porque sin desearlo van a ayudar que durante más de medio siglo se instale en España el absolutismo, la involución más trágica de nuestra historia.
Todo ello queda reflejado de forma magistral en la gran pantalla. Los extraordinarios interpretes (sublimes Miguel Rellan y Tina Saiz; magistrales Galiana, Larrañaga y Caride y el gran hallazgo de una estupenda pareja de jóvenes actores cono Paula Echevarría y Quim Gutiérrez); los soberbios decorados de Gil Parrondo; la extraordinaria dirección de los extras en la famosa escena de la carga de los mamelucos.
Todo ello hace que Sangre de Mayo sea una película para la historia de la filmografía española. Ah! y además es un canto valiente a nuestra España eterna.
Bien pues por todo ello...¡¡¡la van a poner a parir!!!. Como dirá Maiquez( Carlos Larraña) que gran tragedia es nuestra Nación.

JUAN ESPAÑOL