lunes, 17 de noviembre de 2008

GUARDIOLA Y EL PARLAMENTO NACIONAL

Algunos de mis amables y pacientes lectores se preguntarán a cuento de que va este nuevo artículo. ¿ Se habrán visto afectadas las neuronas de Juan Español por los efectos de la “tormenta financiera” que recorre el mundo? ¿ Le habrá producido un grave deterioro cerebral la presencia de ZP en el “Sarkosofá” de la Cumbre de Washington? ¿O será, tal vez, que ese mal que él siempre ha combatido y que no es otro que mezclar churras con merinas, ha hecho presa de su débil y vetusto cerebro? Pues va a ser que NO.
La presencia del joven y elegante entrenador del F.C Barcelona en estas páginas, se debe a motivos muy concretos y, en mi opinión, realmente ejemplares.
Toda la prensa nacional se hace eco hoy de la decisión del “ noi de Sanpedor”, de sancionar con 500 euros a cada uno de sus jugadores por el retraso en 5 minutos a la cita para los entrenamientos. O sea 100 euros por minuto de retraso. Ello ha supuesto una recaudación de 11000 euros que se destinaran a atender obras benéficas.
Hay comentaristas que ya tildan a Pepe “Hucha” ( hucha se dice en catalán “Guardiola”) de “nuevo dictador fascista”; otros hablan del “establecimiento de un estado policial en el seno de La Masia” y hay quien llega a comparar al joven entrenador con el “monstruo de las galletas” por su voraz apetito frente a las humanas debilidades de sus chicos.
Juan Español, muy al contrario, saluda este aire vivificador que desde el mundo del deporte llega hasta este enrarecido ambiente político y social que envuelve a nuestra permisiva sociedad.
Contrasta esta iniciativa del laureado deportista catalán, con la que mantienen los partidos políticos con sus diputados y senadores en las Cortes españolas. La ausencia de sus señorías en los plenos se castiga, en el mejor de los casos, con una multa de 300 euros, ¡y hablo de ausencias no de retrasos!. De ahí que asistamos a espectáculos tan poco edificantes como el de ver el hemiciclo del Parlamento prácticamente vacío en muchísimos casos. La sonrojante representación del último pleno sobre Presupuestos Generales del Estado, ¡ la ley más importante para el correcto funcionamiento de la Nación!, con mas de las tres cuartas partes de los escaños vacíos, clama al Cielo. O el caso de un diputado que tiene que interpelar al Gobierno sobre un tema tan crucial como es el del paro, que “olvida” que ha de intervenir y se justifica diciendo “ estaba en la Biblioteca y nadie me avisó”.
Se me argumentara que no son comparables ambas actitudes. Que los futboleros son niñatos pagados a precio de oro cuyo único mérito es correr todos los domingos, en calzoncillo, detrás de una pelotita ante la mirada apasionada de miles de seguidores, mientras que, por el contrario, nuestros ilustres representantes de la soberanía nacional, están muy mal pagados a pesar de su “alto nivel intelectual y sus esfuerzos denodados por contribuir al bienestar de sus representados”
Aun aceptando esta tesis, la contra argumentación es de “libro”. Los millonarios de la futbolitis española, son pagados con dinero privado, que sale de las arcas de los clubes cuyos ingresos provienen de fuentes privadas. Es cierto que a veces, algunas instituciones publicas ( especialmente Ayuntamientos) acuden en su auxilio ante la imposibilidad de atender alguna de sus obligaciones empresariales( especialmente al pago de nóminas de los jugadores) pero ello no se debe a altruismo, sino a cambio de sustanciosas prebendas para los mancipes.
Los señores diputados son pagados con dinero público, o sea ( y siento contradecir a la incomparable ex ministra de Cultura) con dinero de todos los españoles y no solo a través de los impuestos sino también mediante las subvenciones publicas que sirven para financiar los partidos políticos ( ¿ para cuando la Ley de Financiación de los los partidos?). Estos señores disfrutan además de otras muchas gabelas que no voy a detallar puesto que son conocidas por todos, amen que incumplen reiteradamente la Ley de Incompatibilidades o ¿no es una incompatibilidad manifiesta que muchísimos diputados sean contertulios de emisoras de radio y televisión y colaboradores asiduos de los medios de prensa de papel o digitales?. ¿Acaso no cobran por su “colaboración, tal que si fuesen estrellas mediáticas?
A sus señorías hay que exigirles puntual asistencia al Congreso y Senado, no sólo a los plenos sino también a las comisiones, reuniones de sus grupos políticos, y su permanencia en los despachos a disposición de cualquier español que desee plantearle un problema que le afecte como representado por sus señorías.
Por todo ello, yo animo al Sr. Bono y al Sr. Rojo, a que endurezcan las sanciones contra los desobedientes y, amen del “castigo” que les impongan sus partidos, les impongan multas sustanciosas, cuya recaudación puede ser depositada en el ICO para que ayuden a la financiación de las PYMES y de los Autónomos. Así al menos parte de nuestro dinero será empleado en crear riqueza y n en engrosar los bolsillos de “vagos y maleantes”.
De sueños también se vive ¿ verdad?

JUAN ESPAÑOL

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